3.- Nombre de dominio (II)
¿Por qué es tan importante tener el control de la propiedad de nuestro nombre de dominio?
Muy sencillo, cuando se registra un nombre de dominio hay que facilitar una serie de datos. Entre ellos está el llamado "Contacto Administrativo", que básicamente contiene el nombre, número de teléfono y email de quien tendrá su control administrativo.
Ese email es de suma importancia. Cuando por el motivo que sea, (mejor cuota anual, servicios añadidos, inclusión en un pack junto con el alojamiento, etc.), queramos cambiar de proveedor, el proceso para su transferencia exige contar con la autorización de ese "Contacto Administrativo".
Una vez solicitada la transferencia, recibiremos en el email que conste en el Contacto Administrativo" un código o un enlace, con el que se confirmará que realmente es el propietario el que quiere hacer dicha transferencia y no un tercero.
Lo anterior puede ser una molestia puntual, pero es la mejor forma de evitar ciertos casos que se han venido dando. Por ejemplo, hay importantes empresas que dieron y/o siguen dando todo tipo de facilidades para que el ciente tenga presencia en internet. Supongamos que por ignorancia o comodidad, caemos en una de esas ofertas en las que por una cantidad X (ej. 400€), nos ofrecen la contratación del nombre de dominio, una web (que suele ser similar a otras muchas), direcciones de email, espacio para alojarla, y hasta el beneficio de ser enlazados por un nombre de dominio con autoridad (muy valorado para un buen posicionamiento en los buscadores).
En poco tiempo contamos con todo lo necesario, pasamos por caja y nos despreocupamos. Cada anualidad, pagamos la cuota correspondiente (ej. 400€), y a seguir funcionando.
Pero un día nos enteramos de que estamos pagando mucho por poco, que podemos tener una web más moderna, autogestionable, que se adapta a cualquier dispositivo, más espacio de alojamiento, más cuentas de correo, etc., por mucho menos, especialmente en las sucesivas cuotas anuales.
Así que nos ponemos en contacto con nuestro proveedor para no renovar el contrato y solicitarles que nos faciliten el cambio a otro proveedor. Es ahí donde nos podemos encontrar con sorpresas.
Es posible que todo sean facilidades, pero es bastante habitual que no sea así, que intenten convencernos para seguir con ellos, que nos ofrezcan descuentos que ni aún así nos compensen, y si no entramos por el aro, nos pueden pedir lo que quieran por "la gestión" o, si el nombre de dominio es realmente atractivo, pueden hasta negarse a cederlo porque su reputación, antigüedad, enlaces de valor que reciba, etc., ha alcanzado un valor considerable para otros potenciales clientes. Es ahí cuando nos damos cuenta de que, pese a pagar religiosamente cada anualiad, no éramos los propietarios reales del nombre de dominio.
También se han dado casos en los que la contratación se hizo por medio de una empresa que a día de hoy ya no existe. Por muchas facilidades que nos hubiesen dado, ese email de contacto administrativo muy posiblemente ya no exista, por lo que resulta imposible obtener el código o enlace necesario para verificar que es de nuestra propiedad. En estos casos se abre un periplo de gestiones que, en el mejor de los casos y tras un tiempo considerable, termine bien para nosotros, pero para ello tendremos que justificar y justificar un sinfín de cosas, y es lógico, porque no debe ni puede ser fácil que "nos roben" nuestro nombre de dominio.
Por todo ello, merece la pena tomarse la molestia de hacer la gestión de resgistro de dominio personalmente, o delegar ese trámite en quien nos garantice que lo hará en nuestro nombre y especialmente incluyendo nuestro correo.
Las molestias en sí son mínimas. Poco más que facilitar nuestro nombre y apellidos o el de la empresa, el NIF o CIF, dirección postal, un número de teléfono de contacto, esa cuenta de correo electrónico, tan importante de mantener en el tiempo, y los datos de pago (que siendo con tarjeta, se puede hacer sobre la marcha personalmente, estando presente durante el proceso de registro). Todo lo más, que recibamos algún email de confirmación y con los datos de acceso al panel de control para su configuración, que luego facilitaremos a quien nos haga la web, pudiendo cambiarlo posteriormente.
Otra ventaja de ello, es que podremos compensar el IVA de esa operación que, si está acompañada de la contratación del hosting o alojamiento, verá su importe incrementado.